Julián Fernández de Quero
El tercer gran elemento del sexo biológico son las conductas reflejas, el origen de nuestra conducta social. Pero, ¿qué es un reflejo?
El conductismo de Watson y la reflexología de Paulov lo explicaron claramente: es la respuesta inmediata y automática a un determinado estímulo. El médico golpea con su martillo en la rodilla del paciente e, involuntariamente, éste extiende la pierna; le pellizca en la parte interior de los muslos, y los testículos se mueven hacia arriba. Acercamos la mano al fuego y, al quemarnos, la retiramos. Sigue leyendo